¿Cómo llegó el pádel a España? La historia del boom de este deporte

¿Cómo llegó el pádel a España? La historia del boom de este deporte

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El pádel llegó a España en 1974 gracias al empresario Alfonso de Hohenlohe, quien, tras conocer el deporte durante una visita a su amigo Enrique Corcuera en Acapulco, decidió introducirlo en el país. Fascinado por la innovación y el dinamismo del juego, Hohenlohe construyó las primeras pistas en el exclusivo Marbella Club, adaptando el deporte al estilo de vida mediterráneo. Su iniciativa atrajo rápidamente la atención de la élite española, lo que permitió que el pádel se expandiera en la Costa del Sol.

Una figura clave en este proceso fue el extenista profesional Manolo Santana, quien promovió el pádel organizando torneos y animando a los clubes de la región a construir más pistas. Gracias a estos esfuerzos, el pádel comenzó a consolidarse como una actividad social y deportiva en España.

Deporte accesible y de rápida expansión

A medida que su popularidad crecía, el pádel dejó de ser un deporte exclusivo para las élites y comenzó a extenderse hacia otras regiones de España, incluyendo Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades. Su accesibilidad y su fácil curva de aprendizaje facilitaron su adopción por parte de un público más amplio. Durante los años 80 y 90, el pádel se convirtió en una de las actividades deportivas más populares del país.

En 1991, la fundación de la Federación Internacional de Pádel (FIP) en Madrid marcó un hito en la organización del deporte a nivel global. Bajo la presidencia del español Julio Alegría, se establecieron un reglamento unificado y estándares internacionales. Dos años más tarde, en 1993, el Consejo Superior de Deportes reconoció oficialmente el pádel como una modalidad deportiva, lo que llevó a la creación de la Federación Española de Pádel (FEP) en 1994.

España como epicentro del pádel europeo

El auge del pádel en España se vio también impulsado por el éxito internacional del deporte, especialmente en Argentina, donde alcanzó una gran popularidad en los años 80 y 90. La influencia argentina, tanto en términos de jugadores como de estilos de juego, fue clave para el desarrollo del pádel en España.

Desde entonces, el país ha emergido como el epicentro del pádel europeo, destacándose tanto en la organización de competiciones como en la formación de jugadores de talla mundial. En 2013, la creación del World Padel Tour (WPT) marcó un punto de inflexión al profesionalizar aún más el deporte y hacerlo accesible a un público masivo. Este circuito profesional ha posicionado a España como líder en la promoción y difusión del pádel a nivel global.

Una infraestructura sólida y en crecimiento

El crecimiento del pádel en España ha generado una sólida infraestructura compuesta por miles de clubes y pistas repartidas por todo el territorio. Este desarrollo ha hecho posible que el pádel sea uno de los deportes más practicados en el país, con una comunidad de jugadores en constante expansión. En la actualidad, España no solo es una potencia en la competición profesional, sino también un referente en la formación y organización de este deporte en el mundo.

El pádel, que comenzó como una curiosidad traída desde México, se ha consolidado como una parte integral de la cultura deportiva española, marcando un impacto que continúa creciendo en el escenario internacional.

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